La anestesiología es una especialidad médica que permite que un paciente sea intervenido quirúrgicamente sin dolor, controlando al mismo tiempo las funciones vitales de su organismo.
La anestesia se puede conseguir por diversos métodos y no necesariamente hay que estar dormido para ser intervenido sin dolor. Básicamente, existen dos tipos de anestesia, una en la que usted se encontrará en una situación semejante al sueño (anestesia general), y otra, en la que sólo estará dormida una parte del cuerpo incluida la zona a operar (anestesias regional o local) encontrándose usted despierto o semidespierto pero tranquilo y en ocasiones indiferente al ambiente (sedación).
El médico especialista en anestesiología y reanimación (anestesiólogo) es el encargado de vigilarle, administrarle los anestésicos y procurar su máxima comodidad en el quirófano mientras a usted le están operando. Él será el que le recomendará el tipo de anestesia más adecuado a su caso en concreto, en función de la intervención quirúrgica y de su patología asociada (enfermedades que usted pueda tener).
Toda intervención quirúrgica entraña un riesgo potencial que podemos diferenciar en dos tipos